¡Cuesta dejar de auto sabotearse!

 17/06/2023

En el blog anterior me preguntaba a mí misma si lo que me faltaba era convicción propia. Ahora, después de una semana, mi respuesta es sí, me faltaba eso. La verdad es que la inversión de tiempo y preocupación que se ha tenido en cada toma de diseño no ha sido menor y eso me ha llevado a darme cuenta de que nuestros resultados son dignos de todo el levantamiento de información que hemos realizado. Dentro de lo que nos permiten nuestras capacidades y conocimientos, hemos tratado de tomar en consideración todos los detalles que se involucran en el prototipado: la usabilidad, los materiales, métodos, cómo facilitar la manufactura, etc., pero, si somos honestos, esta última etapa se nos ha escapado un poco de las manos.

No cabe duda de que a pesar de nuestra falta de experiencia en la manipulación y técnicas necesarias que tenemos que emplear, estamos los tres muy dispuestos a aprender para avanzar en el prototipo. Sin embargo, debemos tener la humildad para reconocer cuando es mejor delegar una tarea y, en este caso, es lo mejor. A veces, tomar la decisión de mandar a hacer algo en vez de hacerlo una misma es difícil porque es un golpe al ego, pero también nos quita un peso enorme de encima. No porque no hagamos una cosa, significa que todo el trabajo que hemos realizado ha sido en vano o no es digno de su reconocimiento. Esa mirada es un poco soberbia y arrogante. Por suerte nos dimos cuenta a tiempo:)


Yo y Max en el panel eligiendo nuestro metal a usar
(AISI 304, 1mm espesor laminado en frío por si querían saber)
Foto cortesía de Martín


m. i. b. s.