Dimensinonando nuestro progreso
Mientras más nos acercamos a la recta final del curso, más cuesta creer lo mucho que hemos trabajado en nuestro proyecto. Han sido aproximadamente tres meses de arduo trabajo, esfuerxo y dedicación. En el momento se ha sentido todo muy lento y como que no avanzamos, encontrándonos atrapados dentro de un ciclo vicioso de investigación, iteración y testeos. Sin embargo, ahora mirando hacia atrás todo se siente efímero y, aunque sea cliché, como si todo hubiera pasado ayer.
La semana pasada, Martín escribió su bitácora acerca de nuestro proceso investigativo a lo largo del semestre, pudiendo englobar gran parte de nuestro desempeño y de la evolución del proyecto. Debido a que estamos extremadamente inmersos en nuestra investigación, su contexto y sus particularidades, a veces cuesta mirar todo desde un punto de vista externo y realmente dimensionar la totalidad de nuestro progreso y el de nuestro proyecto. Es por esto que me enorgullece muchísimo mirar hacia atrás y darme cuenta de como todo nuestro esfuerzo ha rendido fruto, materializándose en algo físico que tiene el potencial de ayudar a una causa tan noble como lo es el Hospital de Niños Dr Luis Calvo Mackenna.
Aunque queda muy poco para terminar el curso (manufactura final), nuevamente se me hace difícil dimensionar realmente lo que se viene. Sin embargo, mienttras más nos acercamos a nuestra meta, más motivado ne siento con dar todo de mi y lograr manufacturar nuestra solución de la mejor manera posible.
Martín y yo llegando al campus con un pliego de policarbonato
monolítico para nuestro prototipo, fuente propia.