Crónica del testeo

27/05/2023


Para mí, sin duda, esta última etapa del curso ha sido la más desafiante y la más entretenida. Pasamos de abstracciones y dibujos, al diseño de mockups y prototipos como tales. Hemos tenido que ir probando nuestras ideas e ir verificando que sean factibles y funcionales.

En el espíritu propio de lo que debiese ser una bitácora, considero que vale la pena describir el viaje de estas dos últimas semanas a través de diversas ideas, prototipos y testeos.



Idea de solución

Antes de continuar, tengo el deber de explicar nuestra idea de solución antes del testeo: una especie de cabina o espacio seguro, compuesto por un ventilador inferior y una campana superior, de forma que cualquier pelo que cayese en el instrumental sería levantado y extraído hacia una campana superior.



Bosquejo de nuestra idea de solución antes del testeo. Fuente: Propia

También, tengo que mencionar que la idea de solución incluía en un principio una balanza con tal de facilitar el conteo del instrumental, idea que fue descartada tras una entrevista con el personal de enfermería.



Cronología


14 de mayo

Para mí, el primer testeo propiamente tal se realizó en esta fecha. En este testeo intentamos, a través de diversos mecanismos físicos, remover pelo del instrumental médico. Se utilizó secador de pelo, ventilador y aspiradora; a distintas distancias y en distintas posiciones.



Martita removiéndome una ceja para dejarla sobre el instrumental. Fuente: Propia



Martita y Max ordenando el instrumental médico por primera vez. Fuente: Propia



Testeo de remoción de pelo con ventilador y secador de pelos. Fuente: Propia


15 de mayo

En esta jornada se nos presentó la oportunidad de usar la termoformadora del FABIDI con tal de intentar remover pelo con su mecanismo de aspiración incorporado. No sólo falló, sino que también emitía grandes cantidades de ruido.



Testeo de remoción de pelo a través de la aspiración de la termoformadora. Fuente: Propia


16 de mayo

En esta fecha elaboramos nuestro primer mockup. Este tenía como fin poder testear el tamaño y la interacción de la solución con el personal y el ambiente de la unidad de esterilización.

La elaboración de este fue con MDF y corte láser, con tal de poder construirlo rápidamente y con precisión.




Modelación 3D de nuestro primer mockup. Fuente: Propia



Max armando nuestro mockup. Fuente: Propia



Nuestro mockup totalmente armado. Fuente: Propia



Max feliz de haberlo logrado. Fuente: Propia


Ese día, cuando fuimos a testear a la central, los problemas de nuestra idea se hicieron evidentes: nuestro mockup no entraba, oscurecía el canastillo, era demasiado angosto y entorpecía las labores de la central, entre otras problemáticas más.



Martita viendo como el prototipo no entraba en el mesón. Fuente: Propia



Martín viendo que no podía meter el canastillo más grande en el mockup. Fuente: Propia



Medición de alturas para tener un buen rango de visión. Fuente: Propia



Martita preguntando a qué inclinación era posible ver el canastillo. Fuente: Propia



Yo poniendo el techo del mockup bajo la luz para testear la sombra que genera. Fuente: Propia


19 de mayo

En base a los testeos de los días anteriores, buscamos iterar e incluir los nuevos aprendizajes en un nuevo diseño. Cabe mencionar que habían muchos aspectos en los cuales todavía nos debatíamos y que no habíamos testeado. Uno de ellos era si era necesario ocupar una aspiradora para "atrapar el flujo de aire".



Yo demostrando que la aspiradora no es capaz de capturar el flujo de aire. Fuente: Propia

Tras mucho debate, se nos ocurrió una forma fácil de comprobar si era necesario o no: poner una aspiradora frente un secador de pelo y un indicador de la existencia del flujo de aire (la bandera en la imagen). De esta forma, se pudo descartar el uso de flujos de alta potencia como el uso de una aspiradora, tanto por su ineficacia como por su contaminación sonora.


22 de mayo

Con la experiencia que fuimos obteniendo después de los distintos testeos que fuimos generando, rediseñamos nuestra idea de solución, consistiendo ahora en una especie de cabina o espacio seguro trasparente que tiene 7 ventiladores de baja velocidad que expulsan cualquier pelo de este espacio.



Modelo 3D de nuestra nueva idea de solución. Fuente: Propia



Imagen photoshopeada de nuestro modelo 3D en la unidad de esterilización. Fuente: Propia

Teniendo una idea más definida, nos propusimos testear dos criterios esenciales para nuestro posible éxito: la ergonomía y la capacidad de los ventiladores.

En este día testeamos la ergonomía de nuestra solución, presentándose grandes problemas al hacer un movimiento tipo "vals" para poder ingresar objetos a la caja desde el sector de inspección, junto a otras incomodidades del diseño.


Vista superior del armado de una caja en nuestra idea de solución. Fuente: Propia



24 de mayo

Con el objetivo de probar los mecanismos de no-entrada de pelo, compramos 3 ventiladores de distintos voltajes y amperajes, de forma que pudiésemos determinar qué ventilador sería el adecuado para nuestro prototipo final.

Esto fue complicado, ya que en un principio no contábamos con la potencia suficiente para hacerlos funcionar; y, luego, pudimos evidenciar que ninguno de los 3 ventiladores comprados era lo suficientemente potente para remover pelo.


Ingeniosas ideas para conseguir la corriente suficiente para encender un ventilador. Fuente: Propia



26 de mayo

En base a la experiencia del 24 de mayo, es que nos movimos para poder conseguir más ventiladores y fuentes de poder que nos pudiesen ser útiles en el testeo. Gracias a una generosa donación de CPU UC pudimos empezar a testear con ventiladores de más potencia y comenzar a esbozar una especie de "mockup final".



Algunos ventiladores donados generosamente por CPU UC. Fuente: Propia



Mesón en el que intentamos conectar los ventiladores a las fuentes de poder que conseguimos. Fuente: Propia


Martita y Max probando los ventiladores. Fuente: Propia



Distintos ventiladores con tamaños y amperajes distintos prendidos al mismo tiempo. Fuente: Propia



Yo donando más cejas para nuestra experimentación. Fuente: Propia


Generamos un mockup consistente en nuestra idea de solución, pero de "un ventilador de ancho", de forma que pudiésemos comprobar el funcionamiento a una escala más reducida.



Mockup para testear nuestra idea de solución (vista lateral). Fuente: Propia



Mockup para testear nuestra idea de solución (vista frontal). Fuente: Propia



Nuestro mockup mostrando la factibilidad de la solución (tiene hilos colgando que muestran su eficacia. Fuente: Propia



Conclusión

Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Personalmente, me alegro mucho de haber capturado la siguiente fotografía de Martita. 

Sólo en ese instante. Sólo esos brillantes ojos e inequívoca expresión. Sólo esa impecable y auténtica sonrisa pueden describir con fidelidad lo que se siente testear exitosamente nuestra idea de solución.

Esa sonrisa es imposible de lograr sin todo un proceso anterior e incansables horas de trabajo. Esa sonrisa es parte del clímax de lo que se podría denominar etapa de testeo (la que, en todo caso, está lejos de terminar).



Martita feliz. Fuente: Propia

Hemos avanzado mucho y nos queda mucho por delante. Pero nunca hay que olvidar que cada testeo, sea exitoso o no, nos otorga un aprendizaje nuevo y nos acerca un paso más a nuestro prototipo final.

Un paso más cerca también, ojalá, a tener esa sonrisa propia de Martita plasmada debajo de una mascarilla mientras instalamos nuestro protitpo final en la central de esterilización.


Nota: Se presentó una selección de los testeos más significativos. También se probaron otros mecanismos y se consultó con expertos en fluidos el diseño a usar.


M. Illanes